Garabatos en solitario

Garabatos en solitario

jueves, 11 de octubre de 2012

A orilla del mar


A la orilla del mar

Noches entre lágrimas interminablemente solitarias, cometí millones de errores pero todos sin querer, llegaste tú a secar mis ojos y darme la sabiduría que necesitaba, caída del cielo como el ángel más dulce, lucero que anidó en mi corazón, estas aquí a mi lado, con eso me basta, no quiero nada más para mí, te regalo mis historias y mi existencia para borrarlas con tus caricias y escribir nuestro libro juntos, mis bolsillos repletos de oscuridad eran mi eterna compañía.

Te extraño aun teniéndote, no soporto la distancia de nuestros cuerpos dictaminada por una almohada traviesa entre tú y yo, te amo, te beso, me duermo, despierto, abro los ojos y te vuelvo a amar, caballos de sábanas blancas desbocados en los que cabalgamos, aquel botón de tu blusa que nunca supe como abrir, quiero quedarme sin frenos y perder el control junto a ti, la espuma que nos cubre a la luz de la luna cuando nos besamos en la orilla.

Las caracolas danzan al ritmo de nuestro amor, tu figura única se confunde entre palmeras y arena de oro, tu silueta desnuda dibujada en la luna, cómplices del agua salada que toca y roza nuestros cuerpos, puedo sentir en mi alma todo el amor que me das, caminemos sobre el mar tomados de la mano, cada arrecife nuestro lecho, cada ola nuestras sábanas y cada espuma nuestras almohadas.

Besarte con la suavidad de la marea y amarte con la dulce bravura de un tifón, tu vientre mi isla, tu cuerpo mi arena tu mirada la balsa que me rescata del mar, cometa que vuelas en mi viento, brisa que me llevas más alto, mi luna entre las estrellas de mar, mi perla más bella reluciendo en el fondo del mar, el tesoro pirata que nadie encontró yo lo rescaté del fondo del mar y que hoy es toda la fortuna que quiero.