Garabatos en solitario

Garabatos en solitario

martes, 6 de diciembre de 2016

El amor de ayer y el desamor de hoy


El amor de ayer y el desamor de hoy

Las estrellas fugaces estaban colmadas de deseos, contar los pétalos de una flor para saber si me quería o no, ya nadie cree en detalles, hoy está extinguiéndose el amor, hoy se va a la cama tan solo con un beso y hasta con una mirada, tantos viajes, hostales, hoteles y alternativas al alcance de la mano, nadie dibuja corazones en las páginas vacías de su cuaderno o agenda, nadie escribe su nombre en los árboles, nadie habla de sueños sino de logros vacíos, tan solo quedan huellas en camas de una noche y olvidadas , el amor dejó de ser algo eterno tan solo para convertirse en metas efímeras, ratos compartidos y manejados por reglas.

Amores verdaderos no tienen normas, reglas, formas ni religiones, el amor es una religión y el mundo se llena cada vez más de ateos, antes sin amor no se vivía hoy se resucita sacando espinas, ilusiones tan solo por posesiones, antes se hablaba de frente, se robaba tiempo al tiempo, hoy somos infieles con las obligaciones, ya nadie escribe su nombre en las paredes, nadie talla corazones en los árboles, el tiempo y las obligaciones desaparecían tan solo por estar juntos, cenas románticas que podían ser en un parque de diversiones, caminatas interminables, charlas eternas.

Recorrer todo tan solo caminando juntos, en el cine tratar de rozar su mano, bailar una canción pegados, cartitas que decían lo que te daba vergüenza decir mirando a los ojos, llamar y tener que colgar el teléfono por que no era quien contestaba a la que llamabas, el miedo a los parientes, una despedida, un hasta mañana y un beso en la comisura de sus labios que no te dejaba dormir por días, notas escondidas, rosas rojas dejadas en su puerta, poemas que solo eran mamarrachos, caminar juntos, ver un jardín y arrancar una flor en el camino para entregársela.

Una cita era algo especial, el mejor perfume, la mejor ropa, el mejor peinado, moverle la silla para que se pueda sentar, abrirle todas y cada una de las puertas para que pueda pasar, cartas escritas a mano, fotos dedicadas, acompañarla hasta su casa así el retorno a la tuya fuera caminando por falta de dinero, camino interminable y lejano que tan solo con su recuerdo hasta se hacía corto, cediéndole siempre el paso, saber que flor le gustaba para sorprenderla sin importar el costo, caminar del lado de la calle y ella del lado de la pared tan solo para protegerla​.

Sorpresas y detalles sin fechas, a cada instante, a cada momento, darle algo en la boca, un caramelo, un pedazo de chocolate o algodón, limpiarle así sea un grano de azúcar de un churro que recién cominos muy delicadamente con una servilleta, oler su aroma para llevarlo conmigo y no querer que desaparezca jamás, escucharla y mirarla atentamente enamorándote de cada uno de sus gestos sin que nos interrumpa un celular, ese primer beso que no te dejaba en paz y por el cual ya no podías ni respirar, nuestra canción elegida tan solo por momentos especiales y que nunca dejaremos de escuchar.

Nuestro lugar era estar juntos sin importar nada más, noches interminables de charla, risas, conversación y miradas, encuentros fugaces que eran eternos, protegerla de la lluvia así yo me mojara, darle mi abrigo y decirle no hace frio así mi alma tiritara.

Las relaciones cambian y no nos damos cuenta, cambian y dejamos de dar y respetar, yo viví ese amor, pobres los que no, la vida no es lo que es hoy, antes costaba mucho conquistar a tu amor y por ende era mucho más cuidado, respetado y admirado, hoy es tan fácil que ni siquiera tienen que verse en persona, el mundo cambia, el mundo avanza, a mi déjenme vivir donde el amor y el respeto eran lo primero, lastima dan aquellos que vivieron ese amor y hoy lo desperdician tan solo por vivir en la modernidad.
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lunes, 5 de diciembre de 2016

Lo último no es consuelo

Lo último no es consuelo

Un último beso ya sin sentido, es como hacer el amor con alguien que no tiene un orgasmo.

Una última siesta sin retorno, es como acariciar a alguien sin que te acaricie.

Un último atardecer sin que vuelva a anochecer, es como besar sin que te besen.

Una última mirada sabiendo que ni el espejo te refleja, es como querer pasar la tarde con un libro aburrido.

Un último brindis tal vez sin una copa en la mano, es como salir de pesca volver con la cesta vacía.

Un último amanecer sin importar si pasamos la noche juntos, es como emprender una partida y jamás encontrar la llegada.

Una última cena sin que nos la hayamos cocinado, es como despegar sin poder alzar el vuelo.

Una última noche sin importar nuestros días, es tan solo como dar sin importar lo que te entreguen.

Un último viaje sin importar si el destino es nuestro camino, es como una solitaria noche sin un mañana.

Un último podemos sin poner nada de nuestra parte, es como escribir poesía sin que nadie la lea.

Un último no darnos por vencidos y dejar de luchar, es como ducharme solo deseando su compañía.

Una última apuesta sin tener fichas en los bolsillos, es como querer romper reglas y que nadie más deje de tenerlas.

Un último riesgo sin querer arriesgar de verdad, es como vivir en una religión cuando mi creencia es el pecado.

Un último encuentro con promesas que jamás serán cumplidas, es como amanecer juntos deseando su cuerpo y que todo tenga que ser a cambio de algo.

Una última promesa tan solo por obligación, es como querer cambiar mi cigarrillo para terminar fumando solo en el balcón.
Ya tienes una nueva vida, una nueva forma de vivir y está bien, eso debería haber sido siempre lo correcto, yo tengo una nueva forma de vivir, una nueva vida, lo importante hubiera sido si a pesar de eso aun queríamos estar juntos y no estar juntos por ser la única alternativa.

Tan vacío como un puñado de arena en el viento, tan pobre como la única ola en la marea, tan poco como el rocío comparado con la lluvia, tan pobre como tener que amanecer sin querer despertar, tan infame como ese camino que sería recorrido de a dos y hoy es la senda tan solo de uno, como vías del tren, siempre cerca pero nunca juntos, dos caminos tal vez con el mismo destino pero sin el mismo fin y que jamás se cruzaran.