Garabatos en solitario

Garabatos en solitario

viernes, 23 de agosto de 2019


Enamórate por su actitud, por la forma en que te mira, por cómo se complementa contigo, enamórate de sus risas, de sus lágrimas y hasta de su ausencia, de su presencia y de sus silencios, enamórate de sus gestos y de su llanto.

Una mujer jamás será una cara bonita, un color de ojos o unas bonitas piernas, una mujer de verdad no se valora por el tamaño de sus senos, por su vestimenta o status social, una mujer no es una boca sensual, no es lo que nos muestra cuando se maquilla, no busques una mujer, busca una compañera de vida, una confidente, una amiga, encuentra a esa persona que se complementa a ti como el mejor apoyo, quien te dará los mejores consejos y quitará la venda de tus ojos buscando tus soluciones o haciéndote ver tus errores, una mujer de verdad no se preocupa de competir contigo, de ganarte en todo ni de tener siempre la razón.

Enamórate de su cultura, de su inteligencia, de sus vicios y manías, de su fortaleza para vencer obstáculos, de su generosidad, de lo detallista que puede ser, piérdete en sus bromas y berrinches, ama cada una de sus ocurrencias, una mujer es quien ve siempre el vaso medio lleno, una mujer es quien se disfraza de valentía para afrontar cada día y se desnuda en la noche llena de ternura y dulzura.

Yo prefiero enamorarme de lo que nadie puede ver y que es solo mío, enamórate de sus charlas interminables, de su forma de ver y pensar, de alguien con quien ser feliz y de alguien a quien poder mostrar como un trofeo, el tiempo se encarga de borrar cada uno de los atributos fisicos así como también se hace cargo de hacer eternos cada una de sus virtudes, ama su alma y no su envoltura, se feliz y busca a esa mujer para quien tú también eres su felicidad.

martes, 6 de agosto de 2019

Viento

Viento

Crucé fronteras buscando una razón, un aroma que colmara el vacío, amé al mar, me enamoré de las plantas y le canté serenatas a las estrellas, besé el cielo y me abracé al aire, brazos abiertos dándole el pecho al viento, perdido en tinieblas buscando una luz al final del túnel, me abrigué de madrugada con el susurro de las olas, hice siestas acompañado de tormentas, el tiempo subió por mis piernas como una enredadera, desapareciendo huellas, mi alma y mi paz limpias, puras como ese árbol en otoño, con mi sonrisa a cuestas aun confío, viejas fogatas donde ni cenizas quedaron, chispas del pasado, flamas del futuro, a merced del viento como aquel viejo barrilete al que envidiaba desde el suelo, aprendí que partes tan solo con todo lo vivido, aprendí a llenar mi equipaje de recuerdos, aprendí a saborear los colores y escuchar las formas, a leer las nubes y escribir en el aire, aprendí a contarle historias al viento y a hacerle cosquillas al tiempo, a pensar en la nada y a vivir en el todo.

Viviendo sin despedidas, siento la vida en mi piel, liberado del ayer, atrapado en el presente y esperando el enigma del futuro, como el sol abre los ojos en cada amanecer, dejando paraísos y renaciendo en mi tierra, confesor y consejero, existiendo donde las palabras y las promesas no tienen valor, donde un detalle riega una flor, jugándome el alma tan solo en el hoy, volé en todos los cielos, navegué sobre todos los mares y hoy recorro todo los caminos, mueren los días y llegan las noches, tan solo con mi forma de amar, golondrina sin fronteras, aprendí que el tiempo se escapa entre las manos, ese pibe que fui nunca murió, se había dormido y hoy despertó volviéndome a enseñar lo importante que es jugar, aprendí que el tren no pasa por la estación, me di cuenta que el tren soy yo, momentos y pasiones, estúpidas lágrimas, fugitivo del ayer y malabarista del hoy, ilusionista de la realidad, tan solo remando hacia la orilla de mi paz, sin tiempo para volver, compré mentiras y vendí verdad.



Queriendo alcanzar cosas tal vez que nunca quise tener, falsa necesidad, me disfracé de necesidad cuando tan solo quería libertad, a veces hasta perdí mi valor, hoy te tengo a vos, tengo mi mayor tesoro, colmaste mis bolsillos tan solo con detalles muy sencillos, tengo la muerte asegurada, sé que soy bienvenido en invierno, hoy puedo cantar sin que nadie quiera callarme, tengo mi fortuna asegurada por eso no me preocupo por el dinero, bajará el telón tan solo para abrigarnos a los dos, loco de remate dormido en una banca abrigado de paz, habitante de los sitios solitarios, inquilino de orillas, dibujando la vida en el cielo con un aerosol, existiendo los dos bajo la luz de un farol.