Voz sin voz

Voz sin voz

Los leños de mi hoguera, sus fulgores destellantes, hondo abismo pintado de atardecer, me sumerjo en la luz de sus tinieblas, incertidumbre de mis aciertos, seguridad de mis errores, mi pluma de profeta te dibuja como una fantasía, mi niñez solo una inocencia perdida, mi juventud quedó en un lecho de sueños, mi vejez sin deudas, mi partida a tu lado, podrás descansar conmigo, ven que la luna ya se ha dormido.

Ya se detuvo reloj del tiempo, ya no importa lo vivido, me abrazo con los que se fueron, mi pecho dejó de estar dolorido, una voz sin voz me lo anunciaba, sin temor, sin miedo te esperaba, esa noche que me mirabas desde esa esquina agazapada, mi cuerpo hecho cenizas surcará los cielos, se mezclara con el aire, caerá como lluvia y me alimentará el alma, pedazos de luceros, alas de mariposas albas, sedas cándidas.

Empalidece de sus blancor el blanco que conocía, qué suavidad al corazón procura, sobre él vuela hoy siempre la armonía, guirnaldas invisibles que dibujan mi camino, la voz de una brisa liviana entre arboledas, romántico frescor de jazmines, lámparas de fuego en profundas cavernas del sentido, el cielo descansará en mi pecho, los ríos serán mis venas, los volcanes mis latidos, el tiempo será mi vela navegando en mares sin geografía.

Despídete, déjame acá y cierra la puerta.

Vida

Vida

Te quiero imperfecta pero correcta, te quiero incierta pero nunca conforme, te quiero con ganas de crecer en cada amanecer, te lo he dicho con las nubes, tristezas fugitivas que pueden ser alegrías furtivas, te quiero libre y cautiva, libre para ser quien eres y cautiva capas de sacrificar tus egoísmos, un fondo de sombra sin luz, me regosijo en los besos de tu boca y duermo con la terquedad de tu temperamento, olas de tu aliento, mezquindad de tenerme recluido, estreches delirante y loca, te quiero a las diez de la mañana, a las once y a las doce del día en las tardes de lluvia, odiarte sordamente con la mitad del odio que guardo para mí, tan leve rumor que mi reposo no turbas, es un canto milagroso, vida y muerte, suspensos en la luz de tus pupilas, en mi vida penetras y te siento, tan cerca de mi propio pensamiento, honda calma.

Reflejos de un ser mismo, la doble encarnación de una sola alma, amor callado, que jamás se queja, amor que en la discreta madrugada,
sólo acierta a poner junto a tu reja una silente queja, amor de un alma vagabunda y vieja, amor que es como música olvidada, que tiene azul resignación, que lo da todo y no pide nada, que el alma de esperanza y sueños estalle, convivencia sin arrebatos, sin ruido, hacer de este lugar mi hogar, comprendo tus besos esquivos, entiendo tus prioridades egoístas, jamás han de ser míos, comprendo la exigencia de tu mirada, no entiendo las exigencias que solo nos separan, te amo en mis locos y ardientes desvaríos, bendigo tus desdenes, adoro tus desvíos, y en vez de amarte menos, te quiero mucho más, eterna despedida, el alma no te olvida.

Tu santuario ególatra, el velo de tu presencia, antorchas danzando con la brisa del mar, lagrimas ajenas en despedida, ya inexistentes las horas de esa vida, un viaje que olvida el ayer y vive el presente, el pasamanos correcto del cual aferrarte y llegar al final tranquilo y en paz.

oasis

Oasis

Las veces que mis sueños fugaron fueron pocas., recuerdo una tarde negociando mi libertad detrás de la felicidad, disfrutando de la paz de mis caminatas en exceso, quise huir y desaparecer, no sé qué me hacía volver, me acurruqué en la inmensidad de mi espacio y tiempo, la noche de ojos abiertos vigila cada uno de mis desaciertos, siempre con la compañía de un whisky como cómplice amigo, una vela el faro de mis desvaríos, un lápiz agonizante, perdido y divagante sobre un trozo de papel insignificante, escribiendo lo que soy y disfrazando la realidad, verdad que nadie supo ver, enterrada en un cofre pirata bajo la arena de una playa de mi caribe, ahogado en exigencias, sabiendo que esta era la última oportunidad, de alas abiertas, poniendo el pecho al viento, queriendo solucionar errores ajenos, parchando historias, remendando sus memorias sin importar mi independencia, cadenas sumisas, grilletes de necesidad, anclas que no te dejan navegar, un cautiverio lleno de ilusión, recogiendo imágenes paganas, recuerdos ingratos, presentes inciertos y futuros de nublados.

Pequeña y dulce es la vida, corazón de coraza, la boca es sangre, el alma es piel, las caricias son miel, las reglas son hiel, dorando nuestras almas bajo el sol, desnudándonos de nosotros, el cansancio de promesas incumplidas, de metas esquivas y apuestas perdidas, de veleros a la deriva, oasis de mi desierto, remanso escondido, un existencia con fecha de caducidad, sonreírle a la inocencia y besar la locura, volar sin reglas, soñar sin rejas, amar sin jaulas, la entrega sin conciencia, permitida demencia, el canto de una flor, la fuerza del rocío y la calma de la tierra fresca, ser la salvación cuando tan solo necesitas un perdón, tanque de aserrín, avión de papel, barco de plomo y soldado desnudo , la paz no siempre está donde debe estar, te escribo en el agua, vuelvo a quererte acostado en tu vientre, estrofas perfumadas, una paz olvidada, ojeroso y pálido de tantas noches sin sueño, tan solo una lámpara encendida, mañana es otro día, un nuevo empezar sin mirar atrás, tal vez volviendo a soñar con mi libertad.