Garabatos en solitario

Garabatos en solitario

martes, 21 de septiembre de 2010

Ventana al viento

Ventana al viento

Pétalos de cristal con reflejos de arco iris, cicatrices de lluvia que marcan todo a su paso, rumbos paralelos que se juntan al final del destino rompiendo todas las reglas, caminos surcados por olas de momentos y tiempos, campanas de barro que repiquetean mudamente el dolor que llevan en su alma, tranvías de azafrán que surcan cada una de las calles y avenidas de mi existencia, eclipses marinos que se esconden bajo el velo de la noche.

Veleros de agua navegando por los desiertos más lejanos, cuerpo de media noche engalanado por la aurora, plegaria sin respuesta que se dispara al infinito esperando su respuesta con chaleco anti balas puesto, colores mundanos que envuelven todos los entornos y cada uno de los contornos de esta existencia sin sentido, cúpulas de arena que cubren de sombra este camino por recorrer, vistiéndome de atardecer trato de esconderme tras el naranja sol en despedida, una brisa azul me da la frescura necesaria para seguir.

Hibernando bajo tu sombra en el mas frio de los inviernos, inalcanzable nido de águilas que está en lo alto, jardín lleno de pasados, hierba secas de mis errores, flores resplandecientes de mis aciertos, tierra seca y estéril de las alcobas compartidas, miradas de hielo que se derriten bajo el resplandor de un lucero en medio de la nada, asilo de pasiones dejadas junto a los años vividos, recuerdos que hoy solo pueden ser pasado y nunca más presente, amaneceres silenciosos acompasados por el canto de un ave solitaria, alma de roca, huellas de plomo.

Sexo pagano regido solo por conveniencia, recuerdos de aguamiel, deseos insaciables, momentos inolvidables tristemente recordables, deseos celestes, momentos grises, memorias en negro, nos perteneceremos por siempre así como al viento le pertenecen todas y cada una de las hojas doradas del otoño, hoy tengo tu madera humeante, esas brasas en extinción que a pesar de todo dan cierto calor.

Senderos de almendras desperdigados sobre cualquier destino propio o ajeno, multitudes de miradas perdidas buscando en la nada una razón para mirar, ángel flotando al alba, a la deriva y sin puerto, flotando en el limbo ajeno por no querer estar en el purgatorio propio, tonto atardecer que llenas cada rincón con tu abanico de hermosos colores, colores a los que le pones mas atención cuando estas en compañía de nadie, sombras de nada sobre un lienzo imaginario, luceros de ébano me invitan al camino, ventana al viento que palpita tu aliento, tu cuerpo desnudo como invitación al pecado sin letras pequeñas advirtiendo de la trampa escondida.