Susurros

Susurros

Inundada el alma, la virginidad de una flor, el candor de una mariposa, esperanza de un reencuentro en eternas despedidas, piropos en la mirada, caminos desandados, las nostalgias montadas en las olas, profecía nunca dicha ni escrita, la piel también se reseca, maldito oasis inexistente, sin ser mejor o peor mantengo mi color, imposible olvidar el encanto de cada despedida, infaltable como el aire, cambio de piel, después del otoño siempre habrá una primavera, enredadera de tu balcón, mechón de tu pelo.

Hay adioses dulces y bienvenidas como hiel, cada noche duerme un sol esperando abrir sus ojos al amanecer, pasión que me lleva a la locura eliminando mi cordura, el recuerdo de un amor perdido, su perfume en mi alma y sus susurros en mi oído, tomado fuertemente de tu mano para no caer, me enseñaste a seguir mi andar solo, el día que se calle la música, la brisa no sople y no exista ningún demente dejaré de creer en la vida y en la gente, crueles despertares, el soñar no es realidad, eterna golondrina buscando su esquina.

Labios que besan y agravian, almas entrelazadas que se separan, promesas en el corazón convertidas en mentiras, manos que acarician hoy empuñan dagas, amor recién nacido hoy envejecido, febriles veranos convertidos en inviernos helados, la pureza de un diamante convertido en carbón, tormentas y tempestades entre almohadas hoy convertidas en calma, canto misterioso que te recorre la piel.