Garabatos en solitario

Garabatos en solitario

sábado, 5 de septiembre de 2015

Navegando

Navegando

Restándole olas al destino, hundo como si fueran mis brazos los remos en el agua, al otro lado de mi destino, puliendo mi alma con el frio, un vaso vacío fue mi compañía, a orillas del mundo, flotando, navegando, a la deriva, a merced del tiempo, sobre el vaivén de mis aciertos y desatinos, revienta la espuma salpicando mi rostro, horizonte lejano, atrapado por la corriente.

Cerca del infierno y lejos del paraíso, un pecador desenfrenado en ti, vendaval a favor que hace que flote a tus brazos, mis velas llena de tu viento, tranquilidad, grandeza y paz, ya no estas lejos, nunca más lo estarás, no hay razón para morir, mi destino es ese lugar donde sabía que ibas a estar, buscando nuestra libertad, fantasía hecha realidad, certera utopía de felicidad.

Almas en sinfonía con la marea, bote que lleva tu nombre grabado en sus velas, con mi ancla en tu pecho, mi norte tu cuerpo, tempestades convertidas en calma, tormentas hechas serenidad, tan solo siguiendo nuestra estela, mi timón convertido en deseo, agarrarme de las estrellas, colgado de la luna, ocultándome de los piratas, desafiando bucaneros, ahogados en aguas de envidias y soledad, nunca más estarán a mi altura.

Altamar, nunca más seré un náufrago, jamás seré un polizón en la vida, navegar tu piel, remolinos desvergonzados, sofocar mi sed, travesía, navegante de tus deseos y sueños, varado en tu pudor, agotados los dos sobre la arena, mar abierto, sin equipaje, convertido en tu salvavidas me rescataré en ti, en nuestra isla por fin.