Garabatos en solitario

Garabatos en solitario

viernes, 22 de agosto de 2014

No me pidas que te diga te amo

No me pidas que te diga te amo

Lee, mira mis labios en silencio y sedientos de ti, escucha mis versos en secreto, observa mis manos buscando tu cuerpo en un espacio vacío de tiempo, mi cuerpo buscándote entre las sabanas, mi cigarro tu fuego, mi copa tu agua y mi vuelo tu norte, no me pidas que te diga te amo, memorias del pasado y misterios del futuro, mi amanecer sin sol si no es a tu costado, contemplarte dormir y tenerte a mi lado, no me pidas que te diga que te amo, darte todos los espacios de mi cama, taparte, abrigarte y abrazarte, dormir pensando en que te cocinaré mañana, confiar en que harás de mi vida deshilachada el mejor par de medias que abrigaran tus pies en invierno.

La única meta que me da fuerzas, la única esperanza que me queda, mi última apuesta, el ayer se convirtió en hoy y el mañana en realidad, no me pidas que te diga que te amo, primero están tus deseos y después mis necesidades, preparar tu bebida preferida, tu tranquilidad y paz mi meta así yo esté a la deriva, soy tu hombro de amigo, tu pecho donde derramar tus lágrimas, soy hasta el fin tu companiero, tu consejero y tus oídos, tal vez hasta la solución a todos tus dilemas y problemas, dame todo lo que te amarga, yo me lo llevo conmigo.

Ser el complemento de tu felicidad, dibujar en el viento cada uno de tus momentos, tu payaso ladrón de miradas, cómplice de tus sonrisas al viento, fuerte indestructible, protegerte bajo mis alas, débil sin ti, máscaras de papel que se caen en tu ausencia, máscaras de barro que se hacen reales en tu presencia, las máscaras más honestas, protegerte de la lluvia y yo convertirme en un mamarracho mojado, tomarte de la mano, darte mis zapatos y hacer que todo sea mágico en cada uno de nuestros ratos, no me pidas que te diga que te amo.

Dibujar en las paredes, perdernos sin que importe, vuelos interminable yendo a tu encuentro, traerte el café a la cama, hacerte la compañera de mis momentos más íntimos, regalarte cada uno de mis rincones, descubridora permitida de cada uno de mis cajones, escuchar tus historias y acurrucarme en tus memorias, no me pidas que te diga que te amo, perder en juegos de mesa, derrotado en lucha de almohadas, tu ropa adorna el piso de mi habitación, mirarte con lujuria y disfrazarlo de ternura, escaparnos a una playa muerto de sed y conformarme con la inocencia de tu presencia.

Vivir de recuerdos, abrigarlos y guardarlos, ya no somos aquellos, tal vez más viejos, tal vez más serios pero nunca sin el mismo sentimiento, valores diferentes, principios irreverentes, marcas que la vida nos dejó, respetarlos contra toda mi pasión, darte tiempo a crecer o aprender, tu tiempo de empezar tal vez llegó, no me pidas que te diga que te amo, sin prisa y con calma, llevándote despacio, dándote tu tiempo y tus momentos, terminando en caminatas solitarias, tal vez queriendo adelantar el reloj que dilata mis momentos.

No me pidas que te diga que te amo, te amo de la única manera que aprendí a amar, no diciéndolo, no escribiéndolo, no gritándolo, tan solo cuidándote, te amo a mi manera, te amo con mis silencios, con mis momentos distantes, con mis espacios y mi tiempo, te amo con mis secretos, te amo con mi mirada, te amo al mirarte, te amo al besarte, te amo al tenerte, te amo al cuidarte, te amo al protegerte, con mi cordura y todas mis locuras, te amo al ser ese árbol viejo que te da sombra, te amo a mi manera, manera que aprendí a amar a tu lado, no me pidas que te diga que te amo, te amo sin necesidad de decírtelo, te amo a mi manera y de la única manera que se amar.