Garabatos en solitario

Garabatos en solitario

martes, 22 de mayo de 2012

Haciéndote mujer


Haciéndote mujer

Tímidos labios que rosan mi boca, juegan con mi boca, que se sienten, se saborean, se tocan, comunión llena de sensaciones y erotismo que no dejan de elevarnos cada vez mas alto, tus pechos tímidamente dibujados por tu ropa, contornos endemoniados que hacen volar mi imaginación, queriendo escapar de su prisión como jauría que busca la carne y el sabor de mis manos, mis caricias tal vez menos tímidas que las tuyas, siento tu cuerpo como la más fértiles de las tierras siendo arada por mí, atrapada por el torbellino que te ofrezco te animas y me tocas, exquisita verbena de piel, me fascina como me tocas, con temor, con timidez, muy dulce y suavemente, parece que te gusta lo que sientes, cambias tus dudas por el disfrutar de mi cuerpo así como yo disfruto del tuyo, besos tiernos dulces y suaves, labios con hambre y al mismo tiempo con miedo, besos de pétalos, estremecimientos nuevos, cautos y tímidos, juguetones y traviesos, besarnos es sentirnos vivos como nunca antes.

Tus manos quietas, ocultas a un costado de los dos, frágiles y pensativas, todo es nuevo para ellas, no saben si huir o meterse en este universo de nuevas experiencias, de deseo, de carne, de piel, indecisas poco a poco toman el control de mi cuerpo y me hacen flotar sobre ti como un velero blanco en medio de la noche, la suavidad de tu piel, siento como se estremece al sentir la cercanía de la mía, sensibilidad total, tu ropa el más bello manto carcelario de todo lo que sientes y corre dentro de ti, guardiana de toda tu intimidad, mil tesoros por descubrir, nuestra respiración aumenta, se agita, se colma de suspiros, respiración que crece, se hace más profunda hasta convertirse en los más dulces gemidos como olas que revientan contra el muelle de todos nuestros sentidos, los corazones danzando acompasados al perfecto ritmo de nuestra entrega desenfrenada como coros de ensueño y tambores que retumban desde lo más adentro de nuestros continentes, travesía que nos lleva a nuestros istmos mas prohibidos y secretos.

Temblando, vibrando con cada uno de los roces de nuestros cuerpos, piel que eriza con tan solo una mirada, sed de ti, un beso como muchos otros que se convirtió en el sendero hacia nuestras almas, en la única ruta hacia esa unión sagrada llena de caricias y besos, de manos y de piel, de piernas de capullos en flor, del sabor de tu saliva y el aroma de tu cuello, de la tersura de tus senos y las caricias de tus uñas en mi espalda, de ese dolor por amor, de esa cautela y cuidado para ser parte de tu cuerpo, de la danza de nuestras caderas acompasadas por el calor de tu vientre, atrapado en el abrazo sudado de tus muslos temblantes y entregados a mí, estoy entrando en ese paraíso del cual nunca más quiero salir, despacio, con calma, estoy dentro de ti, tu agua miel se desborda en mí, me rebalso y te lleno de mi néctar de vida, cada poro nuestro en total entrega, tu ombligo agitado, sentada sobre mí, tu pelo como cascada que cae y se desliza por tu espalda , tus pechos erguidos me invitan a jugar con ellos, danza endiablada que me hace rosar el cielo.

Miradas en blanco, piel sudada, nos entregamos todo lo que teníamos y lo que no poseíamos lo inventamos, pies juguetones eternos, escondidos bajo una sábana se buscan, se tocan y se desean como cada célula nuestra, no fue sexo, fue amor del más puro y real, abrazados nos quedamos dormidos sabiendo que a partir de esta noche ya nunca más en esta vida será o habrá algo igual.