Garabatos en solitario

Garabatos en solitario

martes, 10 de febrero de 2015

Cuando me vaya



Cuando yo me vaya

Cuando leas mis rimas, garabatos y poesía ya la mano que garabateaba estará sobre la cima de la lejanía, en ese lugar donde todo es paz y no hay nada incierto, donde no se necesita de lápiz ni papel, de miradas o palabras, solo consuelo de almas, si acaso navegas por el mar inmenso busca en las olas el polvo de mi existencia, como a la vida la tenemos solo una vez en nuestras existencia, no se puede nacer ni morir dos veces, no existiría la vida sin muerte ni la muerte sin vida, egoísmo de entrega y grandeza exclusiva, mi alma abrirá sus alas y dejará de ser cautiva, dulce brote a merced del viento y tronco añejo sabio y quieto, nada tan eterno y cierto como la muerte, después de tanto danzar en mi vida terrenal hoy descanso en paz junto a mi cuerpo inerte, recuérdame con demencia más no con tristeza, acurrúcate a mi recuerdo en un fresca brisa, no permitas que me recuerdo borre tu sonrisa, no temo a tu palidez, a tu oscuridad ni a tu nombre, te veo como una meta que voy alcanzar donde podremos sentarnos juntos bajo un verde sauce y así ya poder descansar, pongo mi incansable cabeza entre tus manos y las cargas de mis hombros en tu lecho, cerrare los ojos para verte y abriré mi puerta de par en par para tu llegada y juntos salir de parranda.

El tiempo no espera por nadie y no espero por él, el tiempo se termina lenta o rápidamente, viví disfrutando cada grano de arena dulce o salado de mi reloj, me dieron las cartas al nacer, las jugué a mi manera, la única que no pude cambiar fue la última, esa última que cambiaba según avanzaba, esa que será mi última jugada apostando todo, espero lograr llegar al final con una carta no alta pero si ganadora, si lastimé fue por que quise, si besé fue por que odié, recuerda que mis ojos vigilantes serán las estrellas en cada uno de los rincones oscuros de tu firmamento, seré el aire que respiras cuidándote en tus noches y siestas, quédate en silencio, no mojes tus mejillas, escúchame en la música que fue mi más fiel compañera, encuéntrame en los papeles que he escrito y en mis libros, búscame en cada avión que surca el cielo, el mundo vive y continua su camino, a mí se me terminó el futuro y el destino.

Moriré solo por ratos, alguien me traerá con su pensamiento y viviré junto a él formando parte de algún instante de su vida, entre mujeres y licor, entre esquinas, encrucijadas y caminos, entre flores y espinas, amigos y juegos, colmado de sueños y desengaños, de camas de fuego y hielo, de rezos y bares, de lágrimas y sonrisas, de caídas y vuelos, de tierra y cielo, da nacimientos y cementerios, de millonario y mendigo, de amores furtivos y amores verdaderos, de caminos y senderos, de cantinas y altares, de juergas y calma, de guerra y paz, de placer y dolor, mi equipaje está lleno, un atardecer naranja te espero en la estación, espero al tren de tu llegada, sin perdidas ni ganancias, a mano con la vida, tal vez con la piel curtida pero con el alma intacta, tan solo con mi pasaje de ida, no me extrañes, con un cigarro en la mano y un whisky en mi mesa yo te espero en el casino de la muerte con mi carta en la mano.