Garabatos en solitario

Garabatos en solitario

miércoles, 7 de marzo de 2012

Te descubrí


Te descubrí


Hoy se lo que es tenerte entre mis brazos, caminar en tu alma y nunca llegar al fin sino a un nuevo comienzo, tu cuerpo nadando junto al mío en ese mar hecho y creado para los dos, saber que ese océano, ese mundo y esa tierra fresca se rinde ante nuestra unión.

Refrescarme en tus ojos, saborear el agua miel de tu piel, entrelazar miradas y brindar con las copas llenas de nuestras almas, ser tu playa de arena blanca para que dejes cada una de tus huellas dibujadas en mi, para que te acuestes sobre mi buscando los brazos del sol, opacar al más bello atardecer con los colores y destellos de nuestra entrega, el que seas mi helado preferido que calma el fuego de mi cuerpo ardiendo por ti, crear juntos y soñar con nuestros horizontes y nuestros límites sin fronteras conocidas.

Descubrí tu sonrisa, me enamoré de tus manos, adoro las caricias de tu pelo sobre mi pecho, adoro el usar tus pies como zapatos y dibujar nuestro camino, camino de nuestro destino juntos, perder en tu cuerpo todas las batallas para ganar cada una de las guerras juntos.

Saber que las huellas de los besos de otras bocas quedaron en el olvido para renacer sintiendo los míos, que las cicatrices de otros cuerpos dibujadas en tus palmas hoy sean huellas borradas por las caricias de mis manos, brindamos con la mirada, con nuestro silencio cómplice como copas y con el horizonte compinche como el más delicioso vino, limpiar de tus labios esa gota de helado de chocolate con una caricia de mis labios, crear cada presente en nuestro futuro juntos, respirar el olor a desayuno de tu cuerpo y de tu piel, hundirme en el, dejar que nuestros cuerpos hablen y se den ese beso de buenos días.

Hoy conozco el aroma de tu piel en la madrugada adornada por esa perlas de sudor que me regalas cantando a coro con cada uno de tus suspiros, hoy mi corazón latió en una perfecta comunión junto al tuyo, hoy nuestro campo de batalla fueron las sábanas de ese universo que creamos entre tú y yo, madrugada acompañada de pájaros, brisa y el aire fresco de tu esencia acurrucada en mi...

Aprender a conjugar cada verbo en par, saber que nuestra historia no tiene final, tu risa llena cada uno de mis espacios en vacío, un ramo de flores opacado por tu naturaleza, mirarnos, alimentarnos y embriagarnos de los dos, cada detalle compartido nos alimenta el alma, competir tras un juego de mesa para que todo termine bajo la bandera blanca no de rendición sino de lujuria y pasión.