El chico que llegó de lejos
Prefiere lo natural a las poses fingidas y
disfrazadas, vive convencido de que hay cosas más
importantes que el dinero, piensa que no hay
horas ni lugares correctos para hacer lo que quiera, químico en la cocina y
alquimista en el amor, le encanta el olor a la
lluvia, la noche siempre fue su cómplice, su
perro su amigo fiel, le gusta el vértigo de la velocidad y la calma de la pesca,
entrega su confianza sin condiciones, tan solo honestidad.
Rompiendo pieles, invadiendo almas, marca con dolor
y placer, dejando su nombre grabado por siempre, es el océano para aquellas que para él tan solo fueron olas,
abriendo siempre su alma al viento sin importar si después
este se convierte en huracán, boomerang
miserable y barato, romántico empedernido disfrazado de poeta, no escribe,
dibuja cada trazo de su alma, soñó con tocar
el cielo y logro vivir entre nubes.
Sus tesoros más preciados la libertad y la paz, compañero, cómplice del silencio, confidente de sí mismo,
amante insaciable, explorador de cuerpos, descubridor
de sabores y sensaciones, prefiere mostrar sus
defectos que esconder cada uno de sus desaciertos, afecto a aventuras clandestinas con riesgo a ser
descubierto, compañero en todas las malas y
ausente en todas las buenas, sus palabras, sus promesas y sus compromisos no se
rompen.
Cree más en la lealtad de un animal que en la
honestidad de una persona, no cree en el egoísmo
de tan solo recibir, es capaz de escribir un
libro plagado de mentiras verdaderas o verdades ciertas, plantó un árbol y tuvo hijos, en la guerra el más duro de vencer, en la paz el más fácil
de convencer, conquistador de retos que son su
meta en la vida, hasta encontrar otro horizonte al cual llegar, deja en su andar muchos despojos y escombros.
Puede amar y odiar, recordar y olvidar, dibujar y
borrar sin que importe nada más, nunca da algo que no
quiera recibir, siempre espera lo mismo que entrega, para él la felicidad y el amor no son más que momentos,
ratos fugaces que cuando uno mira atrás lo hace con resentimiento, nunca se viste de quien no es, punzante como puñal y suave como una brisa, muchas huellas en su piel que jamás serán cicatrices.
Amigo del cigarro y adicto a la música, narrador de cuentos y contador de historias, diablo angelical o ángel endemoniado, él es tan solo lo que la vida hizo de él, revolucionario con causas propias, desobediente e irreverente, transgresor de normas y reglas
impuestas por el que dirán, admirador de la
inteligencia y cultura, de la frescura y la desfachatez, de la entrega sin tabúes,
enemigo de las máscaras, amante de las fachas.
Conversador incansable, guardián de sueños, destructor
de pudores, partirá sin deudas, sin
arrepentirse de lo que no hizo, llena su vida con cada uno de sus deseos y
sueños, jamás encarcelado por un sentimiento
tan solo prisionero de momentos, estrella fugaz,
rayo que nunca toca el suelo, ateo de las
palabras y devoto de los hechos, caminante incansable,
escéptico de límites y fronteras, ríe y llora,
gana y pierde, se hunde y flota, paga a diario el precio y afronta cada costo
por su forma de ser.
Pirata de cuerpos ajenos, para él la pasión y el
deseo no tienen reglas ni normas, siempre sabe quién es y de que está hecho, cuál es su lugar
y hacia dónde va, capaz de ofrecer más de lo
que tiene y esperar menos de lo que da, adorador
de su tierra, hiriente y frontal a la hora de
opinar, crudo como el más frio invierno, frontal y sin censura, su lugar predilecto es su hogar, quien no lo conoce lo
quiere tener, para quien lo tuvo ya es tarde cuando lo deja partir, simplemente
no hay vuelta atrás.