Garabatos en solitario

Garabatos en solitario

viernes, 14 de febrero de 2014

No fue un error

No fue un error

Los días pasaron lentamente, hoy son recuerdos del dolor más dulce, los años se hicieron interminables, noches sin sueños y llenas de soledad, hoy son los momentos que tiernamente me acercaban a ti, no fue un error ser tu primer hombre, no fue un error el que fueras la primer mujer más importante de mi vida, vivencias empañadas y llenas de confusión, solo buscando tu calor en otros brazos, tu sonrisa en otras bocas, tu presencia única a mi lado, macabro escenario de caos y descontrol sabiéndote lejos de mi sin poder hacer nada.

Mi mayor acierto haberte reencontrado, saber que todas esas cuentas en negativo hoy solamente suman estando a tu lado, nada resta, todo crece, convertir cada uno de mis vuelos sin sentido en recuerdos por escribir, en vuelos desenfrenados con nuestras alas entrelazadas al viento, en poemas y escritos sin sentido que solo podremos leer en nuestra piel, nuestras manos tallando nuestro destino y haciendo crecer cada uno de nuestros sentidos, no fue un error, nunca lo fue el dejarnos partir para crecer y hoy poder estar unidos como el horizonte y el mar en una verbena total de plenitud y felicidad.

Buscando nuevos destinos, robándole tiempo al tiempo y distancias al mundo, reencuentros de ensueño recuperando cada una de las islas de nuestro pasado, juntos y separados, construimos en un suelo no muy firme, tal vez por ignorancia, juventud e inmadurez, no fue un error, hoy tenemos los cimientos más fuertes y estables para juntos poder llegar a besar el universo sobre este rascacielos sin fin, tuvimos que extrañarnos y necesitarnos para hoy saber que lo único que necesitamos es nosotros, todos los verbos conjugados en dos.

Me gusta perderte y encontrarte en cada rincón, me gusta conocer y caminarte sin final, verte andar a mi lado bajo la luna y sobre la arena, bajo el sol con nuestros pies acariciados por las olas, muelles interminables iluminados por las estrellas, tu cabeza en mi pecho viendo como el sol le hace el amor al mar en un atardecer sin final, nuestras huellas grabadas en piedras eternas sin principio ni final, abrazarte para dormir y besarte para despertar, no fue un error, nunca lo fue y jamás lo será.