Garabatos en solitario

Garabatos en solitario

lunes, 5 de diciembre de 2011

Sin distancias ni tiempo

Sin distancias ni tiempo

Pienso en ti y me robo todas las flores de las cortinas, los paisajes de cada pintura en la pared y hasta siento celos y envidia de mi mismo por poder tenerte como te tengo, bajo el brillo del sol me refugio en tu sombra, en cada soplo del viento me alimento de tu aroma en el aire.

Quiero estar presente en tu amanecer, en tu atardecer y en tu anochecer, robarnos la madrugada entera para nosotros dos, quiero darte toda mi compañía, mis garabatos perdidos en una vieja servilleta de papel, mis momentos, mis ratos y mi siestas, sentado en el rincón con un café en la mano que solo recuerda la frescura de despertar juntos, con el humo de un cigarrillo en mi boca que añora tu presencia.

Sé que tal vez cambiar lo que te puedo dar por todo lo que tú me entregas sea un trueque injusto de piedras preciosas por espejos sin brillo, tal vez no sea mucho pero es todo lo que tengo y si me falta te lo invento.

Te escucho hasta en el silencio, abrigada bajo mi piel, acurrucada a mi alma, tú tienes la llave de esa cajita oxidada donde estaba mi corazón hasta hoy, en tus caricias están apuntadas todas las claves de existencia.

En este viaje cualquier camino que recorra solo se puede llamar tu, estoy perdido en este laberinto a tu lado sin salidas, no quiero salir, tu presencia es el más hermoso paisaje a mi alrededor, no me falta nada, eres todo para mi, mi pan, mi agua, mi luz, mi aire y mi paz, tu presencia es mi morada.

Poder disfrutar en ti cada momento, convirtiendo cada rato en algo eterno, convirtiendo mis tragos amargos en el más dulce néctar, cada tropiezo aferrado a tu mano para no caer, apresurando al reloj cada madrugada parar llegar más rápido a nuestro despertar juntos enredados en sabanas de vainilla y canela.

Eres la guía perfecta para este viaje hacia un mundo de cosas y experiencias nuevas, descubriendo juntos a cada momento, conquistando lugares antes jamás vistos, flotando en ese mar interminable y eterno de pétalos a la deriva en el viento.

Quiero caminar sin perder el aliento disfrutando de cada cosa que me das, de cada día gris que llenas de arco iris solo con tu presencia, de la calma que me regalas en cada noche de tormenta.