Kprichosamente tuyo

Kprichosamente tuyo

Hacer de esto algo irreal, decir con palabras mudas cuanto te amo, tocar con mi mirada cada uno de tus rincones, contar cada uno de tus poros con mi lengua, amarte hasta que duela, morir y dejar de existir en nuestra fusión eterna, nadar en tu vientre húmedo, cobijarme bajo la cascada de tu esencia sobre mí, mirar a través de todo tu ser.

Nuestro dialogo interminable de caricias y entrega, cosechar tus jardines de flores abiertas, degustarte en toda tu intimidad de sombras, dibujar pájaros azules y tatuarme en tu piel como huella fiel de nuestra unidad, comunión, festín de sentidos, fronteras de ébano y cobre.

Al norte, el sol de tus ojos, al sur, tu selva salvaje, húmeda e indomable en total rendición, al oeste, la erupción de los latidos de tu pecho en capullo, al este, destello de luna, en el centro la cordillera de tus pechos erectos, nuestro mapa dibujado en un atlas hecho de lienzos de sabanas ardientes, reír a tu lado hasta llorar, arcos dorados, los colores de mil mariposas, retazos de tiempos insuficientes, madrugadas de piel, manos entrelazadas.

Ahograrnos en lagos de sudor y descansar en la arena de nuestra entrega, almas jadeantes flotando tres metros sobre el horizonte, tormenta de luz, manantial de paz, círculos de plata, descubrir tu universo mas privado, verbena de pasión desenfrenada, nuestro istmo privado, te amo y te deseo de mil colores, se me eriza la corteza de mis sentidos, los interminables piropos que nuestros cuerpos se regalan, final sin fin, principio sin comienzo, presente sin tiempo.

Vivir fuera de este mundo, estar contigo dentro de esta vida, historias escritas en almohadas con gotas de rocío, travesía insaciable sin costas a la vista, desenterrador de tus tesoros más íntimos, cofres repletos de gemas, joyas y diademas de tu naturaleza salvaje de mujer, conquistador de sensaciones nuevas y ocultas, ladrón de todos y cada uno de los tabúes de tu cuerpo.

Amarnos con pasión y desenfreno hasta que duela, dulce sensación, hacer del suplicio una dulce sensación, besos intrépidos perdidos y extasiados en cada uno de los rincones de tu cuerpo, bocas de fuego, saliva de lava incineran nuestra carne, el más dulce calvario ser prisionero de tu piel, piel que llega a estorbarnos, pasión perdida en la demencia de la razón, extraviada en la cordura de nuestra locura.

Tus muslos la más dulce prisión, mi mente perdida en ti, húmedas llamas latentes y palpitantes, la obscenidad de nuestro delirio, canto de cigarras, devorándonos nuestra miel, condenados al naufragio de nuestra lujuria, entregados a la vida con nuestras almas embriagadas, eres la brújula de mis sentidos, nunca mas estaré perdido no vivo sino estoy contigo, te pido perdón por tanta demencia, soy mezquino y egoísta de ti, agradezco tu presencia en mi vida.