Garabatos en solitario

Garabatos en solitario

lunes, 5 de diciembre de 2016

Lo último no es consuelo

Lo último no es consuelo

Un último beso ya sin sentido, es como hacer el amor con alguien que no tiene un orgasmo.

Una última siesta sin retorno, es como acariciar a alguien sin que te acaricie.

Un último atardecer sin que vuelva a anochecer, es como besar sin que te besen.

Una última mirada sabiendo que ni el espejo te refleja, es como querer pasar la tarde con un libro aburrido.

Un último brindis tal vez sin una copa en la mano, es como salir de pesca volver con la cesta vacía.

Un último amanecer sin importar si pasamos la noche juntos, es como emprender una partida y jamás encontrar la llegada.

Una última cena sin que nos la hayamos cocinado, es como despegar sin poder alzar el vuelo.

Una última noche sin importar nuestros días, es tan solo como dar sin importar lo que te entreguen.

Un último viaje sin importar si el destino es nuestro camino, es como una solitaria noche sin un mañana.

Un último podemos sin poner nada de nuestra parte, es como escribir poesía sin que nadie la lea.

Un último no darnos por vencidos y dejar de luchar, es como ducharme solo deseando su compañía.

Una última apuesta sin tener fichas en los bolsillos, es como querer romper reglas y que nadie más deje de tenerlas.

Un último riesgo sin querer arriesgar de verdad, es como vivir en una religión cuando mi creencia es el pecado.

Un último encuentro con promesas que jamás serán cumplidas, es como amanecer juntos deseando su cuerpo y que todo tenga que ser a cambio de algo.

Una última promesa tan solo por obligación, es como querer cambiar mi cigarrillo para terminar fumando solo en el balcón.
Ya tienes una nueva vida, una nueva forma de vivir y está bien, eso debería haber sido siempre lo correcto, yo tengo una nueva forma de vivir, una nueva vida, lo importante hubiera sido si a pesar de eso aun queríamos estar juntos y no estar juntos por ser la única alternativa.

Tan vacío como un puñado de arena en el viento, tan pobre como la única ola en la marea, tan poco como el rocío comparado con la lluvia, tan pobre como tener que amanecer sin querer despertar, tan infame como ese camino que sería recorrido de a dos y hoy es la senda tan solo de uno, como vías del tren, siempre cerca pero nunca juntos, dos caminos tal vez con el mismo destino pero sin el mismo fin y que jamás se cruzaran.