Refugiándome

Refugiándome

Ese oso acostumbrado a invernar, ese oso que se escapaba del invierno aprendió a vivir en el frío, aprendió a darse cuenta que hasta el invierno tienes sus cosas buenas, como el caminante tal vez cansado de estar al lado del camino, luciérnagas humeantes entre mis dedos, era justo lo injusto para mí, volar es necesario, sin escuchar consejos y enseñanzas, sin ejemplos, todos los modos, todas las maneras y formas, egoístas exigencias y extrañas creencias, soledad olvidada en un rincón, soñador iluso, en la vida ya todo se descubrió, encerrado en una cueva irreal.

Seré lo que era y nada más, tan solo parodias , aferrado a un tronco en el mar, ese tronco que se vuelve más pesado que una roca, como oruga en mi capullo, , muriendo de día y resucitando de noche, otra página, otro cuento, atrapado por la locura, pegado a mí, mi peludo amigo, silente, vigilante, tan solo cuidándome, nostalgias montando olas , sueños arrastrados por las corrientes, tres sueños, diez apuestas, siete bancarrotas, frías madrugadas te arrastran por las esquinas, tren fantasma infernal, indolente, egoísta, orgulloso, ileso.

Despejando tinieblas, brindando por lo poco logrado u obtenido, si uno no llora en la derrota pierde el derecho a festejar, si uno no se cura no tiene derecho a renacer, pintándole soles a las sombras, soledad vieja hechicera me había olvidado de ti, hoy mal agradecido me empujan a tu brazos, sé que me curarás a pesar de mi infidelidad e ingratitud, el final no tiene fin porque el principio no tuvo comienzo, bien afuera y lejano del mundo, bien profundo en el alma, lustrando lunas y colgando sueños, llenándome de sorbos de caminatas.

Saciándome de esquinas de a dos, fresca hierba de madrugada con aroma a mar, entregándome al sueño tapado con un manto de estrellas, rocío fresco en mi cara refrescando mi despertar, silencio, shhhh, tan solo silencio.