Garabatos en solitario

Garabatos en solitario

martes, 11 de marzo de 2014

Con la piel al sol


Con la piel al sol

Andando con mi sol cuestas, cicatrices que marcaron vivencias que hoy llamo experiencias o sabiduría, sauce al costado de un rio estigmatizado por el tiempo, diccionario que no llevas en tu vientre el significado ni la explicación a todos mis equivocaciones y aciertos, me bebí todas las estrellas tal vez saciando esa sed incontrolable de vivir, en mi testamento solo dejaré sombras de mi existencia, solo momentos en tu mente que dibujaron tu cuerpo y se perdieron en tu vientre, filósofo liberal, sin parámetros ni lugar, un soñador de las cosa bellas, de momentos que se graban en la piel, de decepciones de cartón que no guardo en mi cajón, barco de papel a que navega a la deriva sin viento hacia el horizonte, callejero que se alimenta del olor de una flor, de la luz del alba, de las caricias de la luna, de una caminata en la playa, vagabundo del mundo y de la vida, holgazán del trabajo, ocioso de las reglas, gitano de experiencias y vivencias, nómade que solo busca su lugar, sin horario para la siesta, sin momentos para hacer el amor, si normas ni reglas, sin cuentas que pagar, sin deudas que saldar, amanezco a mano con el amanecer, me duermo sin tener que dar ninguna justificación, tal vez endeudado con la razón, sin responsabilidades ni ocupación, con una existencia que solo será una anécdota, sin historia, tan solo un embaucador de vivencias y sueños, no quiero dejar marcas en tu regazo solo el sabor de mis caricias y labios, que en las noches más frías te aferres a tu almohada y sigas siendo mía, metáfora de vida, sin noches ni días, una piedra en tu camino que tal vez marcó tu destino, una amigo más, esa persona que jamás te dejara de cuidar, una distancia sin tiempo, un tiempo sin momentos, momentos sin fecha, fechas que no existen en ese calendario pegado en la pared de tu cocina.

Tu nombre y el mío grabados en el tronco de un árbol, nuestras huellas unidas por un destino, tu mirada entrelazada con la mía en la inmensidad de la noche, olvidarnos de las religiones y pecar, pecar sin ninguna vergüenza o reproche, entregarnos en un desenfrenado derroche, si mañana te vas o me voy habremos estado juntos los dos, prefiero morir hoy habiendo saboreado tu sabor que existir por siempre sin que hayas sido mía, prefiero la falta del aire para respirar que la libertad de vivir sin haber vivido junto a ti, condenado a los barrotes de tu piel, dibujando en la pared, pintando un cielo azul, jinete de tempestades solo en busca de mis verdades.