Enamórate por su actitud, por la forma en
que te mira, por cómo se complementa contigo, enamórate de sus risas, de sus lágrimas
y hasta de su ausencia, de su presencia y de sus silencios, enamórate de sus
gestos y de su llanto.
Una mujer jamás será una cara bonita, un
color de ojos o unas bonitas piernas, una mujer de verdad no se valora por el
tamaño de sus senos, por su vestimenta o status social, una mujer no es una
boca sensual, no es lo que nos muestra cuando se maquilla, no busques una mujer,
busca una compañera de vida, una confidente, una amiga, encuentra a esa persona
que se complementa a ti como el mejor apoyo, quien te dará los mejores consejos
y quitará la venda de tus ojos buscando tus soluciones o haciéndote ver tus
errores, una mujer de verdad no se preocupa de competir contigo, de ganarte en
todo ni de tener siempre la razón.
Enamórate de su cultura, de su inteligencia,
de sus vicios y manías, de su fortaleza para vencer obstáculos, de su
generosidad, de lo detallista que puede ser, piérdete en sus bromas y
berrinches, ama cada una de sus ocurrencias, una mujer es quien ve siempre el
vaso medio lleno, una mujer es quien se disfraza de valentía para afrontar cada
día y se desnuda en la noche llena de ternura y dulzura.
Yo prefiero enamorarme de lo que nadie
puede ver y que es solo mío, enamórate de sus charlas interminables, de su
forma de ver y pensar, de alguien con quien ser feliz y de alguien a quien poder
mostrar como un trofeo, el tiempo se encarga de borrar cada uno de los atributos
fisicos así como también se hace cargo de hacer eternos cada una de sus
virtudes, ama su alma y no su envoltura, se feliz y busca a esa mujer para
quien tú también eres su felicidad.